2.1. LAS CATEGORÍAS DE GÉNERO, NÚMERO Y CASO.
Como hemos apuntado antes, se podría decir que el nombre en latín cambia de forma para indicar las variantes habidas en la información gramatical que contiene. De este modo, podemos establecer tres categorías gramaticales en latín: género, número y caso.
NÚMERO: el nombre en latín tiene dos números, singular y plural. Otras lenguas como el griego clásico disponen además del dual. De este número dual apenas queda algún resto en latín: los numerales declinables duo y ambo y los indeclinables octo y viginti.
GÉNERO: en latín hay tres géneros: masculino, femenino y neutro. Los neutros confunden formalmente el caso Nominativo con el Acusativo, mientras que en las palabras de género masculino y femenino están perfectamente diferenciados. El género neutro solo aparece en la 2ª 3ª y 4ª decinación. Este género constituyó en un principio los entes inanimados, pero el latín, poco a poco, irá otorgando género masculino o femenino a los entes inanimados. Así, se siguió este proceso: los árboles son femeninos, los ríos son masculinos, los meses y vientos sos masculinos, las regiones, ciudades e islas son femeninos o neutros. Los entes animados son masculinos o femeninos, aunque también se "neutralizaron" algunos entes animados.
La distinción entre masculino y femenino suele realizarse por medio de sufijos: la terminación en -us (2ª declinación) se reserva para el género masculino, a partir de la cual se crea su correspondiente en femenino con la terminación en -a (1ª declinación): equus > equa. Otros procedimientos para la distinción de géneros son: la heteronimia, utilizar palabras distintas para cada género (pater / mater); una misma forma para ambos géneros (género común), distinguido cada género por el género del adjetivo que lo acompaña (scriba bonus / scriba bona) o por las palabras femina o mas; palabras que solo admiten un género en el adjetivo que las acompaña (género epiceno), estos suelen ser los términos del mundo animal no domesticado. El latín tendió a identificar género y declinación:
1ª y 5ª declinaciones: género femenino
2ª y 4ª declinaciones: géneros masculino y neutro
3ª declinación: géneros masculino, femenino y neutro.
![]() |
Pintura romana |
CASO: el nombre en latín varía su forma no sólo para indicar género y número (como en castellano), sino también para indicar en qué caso se encuentra. Y, ¿qué es el caso? se trata de las formas diferentes que un nombre puede adoptar para señalar su función en la oración. El número máximo de formas posibles o casos es de seis: Nominativo, Vocativo, Acusativo, Genitivo, Dativo y Ablativo. Las funciones sintácticas habituales de cada caso son las siguientes:
Nominativo: Sujeto y Atributo
Acusativo: Complemento Directo
Genitivo: Complemento del nombre
Dativo: Complemento Indirecto
Ablativo: Complemento Circunstancial
Para expresar en la frase valores o funciones más específicas, el latín recurre a la combinación del acusativo y del ablativo con las preposiciones. El vocativo no es propiamente un caso, ya que no desempeña en la frase una función sintáctica, es un inciso o paréntesis dentro de la frase, y pertenece a la función conativa del lenguaje, es decir, a la invocación del destinatario. Además, existe en latín un esbozo de un séptimo caso, el Locativo, con la función de indicar el "lugar en donde". Éste queda restringido a los nombre propios de lugar menor y a algunas expresiones fijas siempre en singular de las declinaciones 1ª, 2ª y 3ª. No posee forma propia para el plural.
EJERCICIOS:
1. ¿Qué números, géneros y casos tiene el latín?
2. Explica cuáles son los diferentes procedimientos que tiene el latín para establecer la distinción de género.
3. Une cada caso con su función sintáctica habitual:
Acusativo Complemento del Nombre
Genitivo Sujeto y Atributo
Nominativo Complemento Circunstancial
Dativo Complemento Indirecto
Ablativo Complemento Directo
No hay comentarios:
Publicar un comentario